En un comentario que ha suscitado sorpresa y extrañeza en los círculos culturales peruanos, el reconocido crítico literario Ricardo Gonzales Vigil expresó su entusiasmo por la última novela de Mario Vargas Llosa, Travesuras de la niña mala, considerándola la mejor novela de toda la historia de la lengua la española, “superando incluso al Quijote”.
Apenas publicada por el diario El Comercio, la reseña corrió como reguero de pólvora entre escritores, periodistas y aficionados a la literatura por igual, que no supieron si tomar a broma la aseveración del académico o si efectivamente la pluma de Vargas Llosa, el novelista más prestigioso y afamado del Perú, había sorprendido al mundo, y a sus setenta años recientemente cumplidos, con una obra de arte sin parangón.
“Es por eso que nos atrevemos a afirmar que, superado el Quijote, la gesta literaria vargasllosiana se desprende de los paralelos terrestes y alza vuelo hacia la conquista del cosmos. Vargas Llosa, por tanto, no sería sólo el mejor escritor que el planeta ha visto nacer, sino que, no habiendo hasta el momento conocimiento de muestras literarias extraterrícolas, lo consideramos sin más, y sin temor a error, el mejor escritor de la galaxia”, remata la crítica de Gonzales Vigil.
Las respuestas no se hicieron esperar. “Innecesario y absurdo”, replicó el escritor y también crítico literario Iván Thays una vez enterado del veredicto. “La literatura no es un campeonato mundial, no es una prueba en la Olimpiadas. ¿Acaso Gonzáles Vigil ha leído todos los libros del mundo para afirmar semejante cosa? O, para el caso, ¿de toda la galaxia? Que me responda, ¿ha leído usted señor Gonzales Vigil todos los libros de la galaxia?”, dijo visiblemente consternado.
Por su parte, el premiado escritor Alonso Cueto consideró el comentario “justo y ponderado” y una “pequeña muestra de la ferviente unanimidad que produce la excelencia literaria de Vargas Llosa”. En tono más risueño, Jaime Bayly comentó: “ahora sí será motivo para leerme toda la obra de Mario que, aunque admirable, debo confesar que no me la he leído de cabo a rabo”. Mientras que Alfredo Bryce declaró, entre risas de sorpresa, que siempre consideró la carrera literaria de Vargas Llosa “meteórica”, pero que esto “ya es el colmo”.
Intensamente buscado por la prensa local, Gonzales Vigil sólo se limitó a refrendar su reseña. “Respaldo cada una de las ideas vertidas en mi comentario. Simplemente he sido honesto con la experiencia única que he tenido al enfrentarme con una obra maestra. He leído cinco veces Travesuras de la niña mala y en cada lectura nuevas alusiones y significados aparecen. Es inagotable”, dijo.
Travesuras de la niña mala relata la historia de amor a lo largo del tiempo y por varias ciudades del mundo entre el peruano Ricardo Somocurcio y la Niña Mala, una enigmática y camaleónica mujer que se muestra reacia al enamoramiento y a decir la verdad.
Al preguntársele al crítico si su entusiasmo obedecía a la coyuntura política y a un ánimo de resarcimiento hacia el célebre escritor cuyos últimos comentarios sobre el destino electoral del Perú no fueron bien recibidos por un gran sector de intelectuales peruanos, Gonzales Vigil respondió:
“Niego categóricamente tal insinuación. La literatura no tiene nada que ver con la política. Pero, valgan verdades, el Perú perdió un gran candidato en 1990. De haber sido electo, estoy seguro que Vargas Llosa hubiese sido el mejor presidente de la historia universal”.