Los Metacríticos
Una vieja obsesión de los metacríticos es clasificar a los escritores por escuelas literarias o grupos de escritores que se dedican a la literatura. Es un ejercicio que puede hacerse sobre cualquier profesión, incluso la de los críticos literarios o de cine, o metacríticos literarios que escriben sobre escritores, o críticos metacríticos que escriben sobre cine como si fuese literatura. Yo lo he visto también en filatelistas, físicos metafísicos, y también, cómo no, panaderos. Una clasificación arbitraria y parcial podría incluir a algunos de los siguientes tipos:
- El metacrítico que hace un puré en pleno éxtasis. Es de suponer que el puré no es un puré real, sino tan solo una joda.
- El que resume sin contar el argumento, pero que deja tantos comentarios como para hacer una novela.
- El que escribe palabras como: "Nótese", "Diríase", "Párese", "Siéntese", "Agite los brazos", "Cállese".
- El que dice haber escrito el mejor libro de metacrítica latinoamericano, sólo para ser superado por el siguiente metacrítico, éste sí, de carácter universal, galáctico o cósmico.
- El que nunca hace metacrítica de sus amigos.
- El que aun siendo enemigo hace metacrítica como si fuese un amigo.
- El amigo que no siendo metacrítico hace metacrítica como si fuese un enemigo: no me ayudes, compadre.
- El que sólo hace metacrítica cuando va a ser publicada, pero de libros que aún no han sido publicados.
- El metacrítico que escribe mucho como si la práctica hiciera al maestro, o como si tuviera mucha tinta o papel, o ambas cosas a la vez, incluso una impresora.
- El que quiere lucir su metacrítica y se olvida de la crítica, del crítico, del libro, y hasta de su cerebro.
- El que escribe: "Qué rico, me voy a banquetear con mi metacrítica".
- El que escribe "bosques de palabras", o con palabras muy largas, o de cinco vocales como "murciélago" o "menstruación".
- El que exclama a su amigo: "¡Pero si esa metacrítica no la escribí yo!"
- El que hace la reseña de la metacrítica diciendo: "así no se reseña a mis amigos"
- El que protesta: "así no se reseña a tus enemigos"
- El que vocifera: "así no se reseña, pues".
- El que brama: "no reseñarás".
El Metacrítico